Sara y Transgenero de piratas
Resumen
Mi primera amiga cuando estudiaba el quinto grado fue una niña judía. Aquella niña de pelo negro ondulado, labios regordetes y ojos grandes y tristes se llamaba Sara Cohen. Por aquellos años, las familias judías establecidas en la provincia, enviaban a sus hijas a colegios católicos para que recibieran instrucción primaria y básica excepto en la materia que tratara sobre religión...
La botija del pirata en pena, atormentado por las muertes, saqueos e incendios de Maracaibo en 1642 contribuyó a que los habitantes, de mi casa, abrieran varios huecos al pie de los árboles que sombreaban el patio para abandonarlos, después, con la tierna carne de sus raíces al descubierto. Así vimos secar al viejo flamboyant que, por muchos años, alfombrara nuestra área de juegos...
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